20 de noviembre. Mi Banda Sonora.

¿Os acordáis de aquello de Mi Banda Sonora? Sí, hombre, eso de tratar de mantener un diario personal cuyo hilo conductor fuese los discos o canciones que escuchase diariamente… Bueno, pues por si alguien no se había dado cuenta, no actualizo dicho diario desde el pasado 22 de septiembre. Prácticamente, dos meses.

Y sí, claro que he escuchado canciones y discos. Lo que no he tenido son ganas o tiempo para compartirlo. Ya os lloré en ese sentido por lo que no me extenderé. A bote pronto, podría recordar, en estos casi 60 días, escuchas asociadas a mi asistencia al BIME (Richard Ashcroft, The Go! Team, Iron & Wine), fiebres derivadas de la mencionada asistencia (Michael Kiwanuka sobre todo)

He escuchado a Paco Ibáñez (sí, Paco Ibáñez) dado que fui a ver a este radical octogenario al Arriaga; me dio hace unos días por revisarme la discografía de los Charlatans (vaya usted a saber por qué) o he pinchado en casa las últimas adquisiciones (desde Ike & Tina Turner, pasando por La Costa Brava y terminando, qué sé yo, en Grapefruit)

En fin, que había material para rellenar el dietario pero ha habido demasiadas prioridades ajenas a este blog, la mayoría de ellas de carácter laboral o pseudolaboral. Supongo que aún las hay por lo que no me voy a comprometer al mantenimiento diario de Mi Banda Sonora.

En ese sentido, algo que me ha trastocado profundamente en las últimas semanas ha sido un cambio, el que emprendo en escasos minutos, dejando mi puesto en el que ha sido mi trabajo durante los últimos cinco años y pico y que tendrá su continuación en una nueva aventura que arrancará la mañana del próximo lunes.

Acabo de despedirme de mis compañeras y compañeros. Es un hasta luego, sí, pero me ha dado cosica. Siempre me han atraído los cambios y este no es una excepción pero el proceso de despedida siempre es emocionante. En fin, que no me voy a extender para que no se me meta nada en el ojo por lo que despediré este post con una canción que describe de forma muy evidente este trastorno mencionado, este cambio de aventura, trabajo, empresa, etcétera que me ha absorbido buena parte de mi tiempo estas semanas. «Changes» de David Bowie es mi banda sonora perfecta para este día.

Buenas tardes.

19 (y 16, 17, 18) de mayo. Mi Banda Sonora.

algo salvaje

Como diría aquel… Perdón por el retraso. Atareado que ha andado uno durante el fin de semana, ayer y hoy y mañana y tal… A pesar de ello, tiempo ha habido para escuchar música, claro, y dadas las cuentas pendientes, haremos un rápido repaso a mis últimas bandas sonoras. ¡¡Vamos!!

El pasado fin de semana ha sonado exclusivamente el recopilatorio «Algo Salvaje» del que ya hemos hablado por aquí. Es una gran idea ponerlo y analizarlo de vez en cuando. De esta nueva sesión, vuelvo a elegir nuevas canciones favoritas de este Nuggets patrio: «Ven a mí» de Els Trons (absolutamente hipnótica); «Aún» de Los Huracanes (nocturna y elegante); la salvaje «Yo te vi» de Los Impala. Casi rayo estas pistas entre el sábado y el domingo.

El lunes arrancamos la mañana con el «¡Menos samba!» del Sr. Chinarro para luego, más tarde, escuchar, el álbum de debut de los pucelanos Arizona Baby, que molan en disco, sí, pero nada igualable a como se lo curran en vivo. Por la noche, en casa, mientras leía obligaciones, más salvajismo yeyé.

Y hoy, en Spotify, más allá de listas de reproducción, he escuchado a los Hives a raíz de los comentarios que mucha chavalería ha realizado en Twitter a raíz de que los candorosos suecos hayan sido confirmados para el festival Arenal Sound. Espero que el ofendido público, recapacite y no se los pierda. Luego he vuelto a catar lo nuevo de The Go! Team, «The Scene Between».

Y ya, por la noche, he empezado a seleccionar canciones para poner el próximo sábado en el Satélite T de Bilbao, después del concierto de Cooper. ¿Que por qué? Porque la gente de unodos!! ha tenido la idea de proponerme como pinchadiscos para esa noche y yo he decidido aceptarla. Ya les volveré a dar la txapa al respecto en los próximos días, no se preocupen.

Y estas, queridas y queridos, han sido mis bandas sonoras de los días 16, 17, 18 y 19 de mayo. Buenas noches.

26 de febrero. Mi banda sonora.

Me habría comido una flauta con jamón para desayunar. O el ulular del viento durante la noche ha sido como asistir a un concierto de travesera. No sé. Cualquiera de las dos excusas podrían haber servido para tratar de explicar el hecho de que el primer disco que ha sonado esta mañana en casa haya sido ese maravilloso «I talk with spirits» del excelso flautista (y saxofonista) Roland Kirk. Bobadas. No sé, de hecho, por qué he de buscar una explicación al acto de acercarse al mueble Spirit de Ikea y seleccionar equis LP. Hay veces que, efectivamente, se escoge uno u otro por alguna motivación concreta, porque determinado acto, visionado, frase, sueño o interés lo provoca pero, otras veces, no hay nada que, a priori, lo secunde. Igual un psicólogo lacaniano le saca chispas a esto y recurre al inconsciente como fuente de inspiración. Se lo preguntaré a alguna compañera.

Sí puedo argumentar, en cambio, la elección del segundo disco, «Fonorama» de Cooper. Esta vez, al ir a devolver a su sitio el álbum de Kirk, premeditadamente buscaba algo más inmediato, más directo. Luego el color verde que reina en la carpeta del primer trabajo de Cooper ha hecho el resto.

Ya en el curro. Josh Rouse. Hay nuevos temas del cantautor yankee en Spotify. «Some days I’m golden at night» y «New Young» (magnífica) que sirven de adelanto a lo que será su nuevo larga duración, que sale a la luz, si no me equivoco, aprincipios de abril y que se titulará «The embers of time». Josh Rouse es, para mí, uno de esos artistas que no fallan, el típico cuyas canciones son adecuadas en casi cualquier momento. Su disco «1972» me parece una obra excelsa que es muy probable que incluiría entre mis 20 álbumes favoritos de siempre.

Luego me he fiado de la recomendación que el capo de Beltza Records (tienda de discos fun-da-men-tal en Donosti) ha hecho en el Facebook del álbum «Mahogany Soul» de Angie Stone. He probado y me ha gustado, sí. No estoy muy acostumbrado, la verdad, a este tipo de soul moderno o R&B o lo que sea pero escuchando este trabajo dan ganas de dedicarle un poco más de atención (¡qué temón «Brotha»)

El día ha acabado guay, musicalmente hablando al menos, ya que he escuchado el «Proof of youth» de The Go! Team y no me acordaba del pedazo de disco que es.

Esta ha sido la banda sonora de mi 26 de febrero de 2015.