Cosecha 2014. Fútbol.

Mi cosecha balompédica de 2014… Y qué digo yo ahora…

Evidentemente, hablaremos del Barakaldo CF. No sé muy bien qué evaluación hacer de este año que acaba para el equipo gualdinegro. Hay un punto de decepción por el hecho de que, finalmente, no se obtuviese la clasificación a los playoff de ascenso de la pasada temporada. Pero es sólo un punto ya que, al menos sobre el papel, ése no era el objetivo marcado por la plantilla entonces dirigida por Iñaki Zurimendi. Un Iñaki Zurimendi que, por cierto, dio por concluida en este 2014 su segunda etapa como máximo responsable del banquillo de Lasesarre. Ya le dediqué un post al de Alonsotegi al respecto. También hay algo de ilusión y esperanza. La ilusión y la esperanza que proporciona el valorar la actual plantilla del Barakaldo como un grupo muy compensado y de calidad. Un equipo diseñado por Axier Intxaurraga, actual míster fabril, y por el ex-director deportivo Boluka. Una salida la de Boluka que, sin duda, ha sido una de las malas noticias de este año. A pesar de ello, el equipo, en estos tres últimos meses, ha dado el do de pecho y se ha mantenido en los puestos nobles de la tabla cumpliendo, ahora sí, con el objetivo marcado por la directiva capitaneada por Alberto Romero. Un do de pecho que, desgraciadamente, se vio empañado por la bochornosa derrota que sufrió el Barakaldo en Cuenca en octubre. Un 8-1 en contra que pasará a la historia y que todavía escuece. Desgraciadamente, éste será uno de los recuerdos (negativos) más nítidos que me llevaré de este 2014 recordado en amarillo y negro.

Esperemos, con todo, que 2015 sea, por fin, el año de los éxitos del Barakaldo CF. Que nos metamos en las eliminatorias de ascenso y que, de una vez por todas, el mal fario que persigue a esta entidad desaparezca y, por qué no, subamos a la división de plata. Un año, por cierto, en el que, probablemente, se celebren elecciones a la presidencia del club gualdinegro.

¿Y el 2014 en rojo? El primer semestre fue apoteósico. Faltó poco. Muy poco. El resbalón de Gerrard frente al Chelsea. El 3-3 frente al Crystal Palace. Casi. Aún así, temporada brillante. Clasificación para Champions y el Pool reverdeciendo laureles. La parte final del año ya… Uf. La ausencia de Luis Suárez pesa demasiado. La participación en la liga de campeones se torna calamitosa y hay que conformarse con competir en la Europa League. El supuesto fichaje estrella, Mario Ballotelli, ha sido un absoluto fiasco. Y las cosas en la Premier tampoco van demasiado bien, con un equipo en el que a la falta del uruguayo se une la lesión de Sturridge, las incorporaciones no dan el plus que se esperaba y, con todo, el Liverpool no acaba de carburar. A pesar de ello, parece que se empieza a recobrar un poco el pulso y ello me lleva a pensar en positivo de cara al 2015 y a mirar con optimismo la recta final de la temporada… A pesar de todo, In Brendan Rodgers We Trust.

¿Más? Lo del Eibar, claro. Y también que a Nicolás le podré contar que yo si vi el 1-7 que le endosó una fabulosa Alemania a Brasil en su mundial, una apabullante victoria y derrota que deja el mítico Maracanazo en una broma. También que fue el año en el que me hice socio-simpatizante del Ceares… Y las últimas semanas del año han originado una nueva fiebre futbolera en esta calenturienta cabeza que ordena teclear este texto que he bautizado para mis adentros como Northern Football y que consiste en reivindicar, rescatar y reverenciar fútbol como el que aparece en la maravilla que se puede ver en el vídeo que encabeza esta entrada.

¿Fin? Sí, acabé. Y eso… Que en 2015 sigamos disfrutando del esférico, del verde del césped (o el marrón del barro… ¿en qué quedamos?) y de los colores de la elástica a los que cada uno rindamos pleitesía.

Salud!!

Cosecha 2014. SD Eibar.

ipurua

¡Aúpa el Eibar! A falta de grandes alegrías proporcionadas por mi equipo (el Barakaldo) y estando cerca de alcanzarlas la pasada temporada por parte de ese otro club por el que guardo grandes simpatías (el Liverpool), sí ha habido unos colores que me han hecho sonreír y que merecen formar parte de la Cosecha 2014 a nivel balompédico. Estos son, sin duda, los azulgrana de la SD Eibar.

Y es que no deja de ser alucinante pensar cómo hace dos años veía ganar a mi Baraka en el grandioso estadio Ipurúa (en la foto de arriba), en un partido de barro, lluvia, frío, garra, pundonor… En un clásico choque, por tanto, de Northern Football, y ahora, en 2014, vemos a los armeros batirse el cobre con las grandes superpotencias de la Liga española.

Y no deja de resultar aún más alucinante pensar que la escuadra guipuzkoana lo hace manteniendo la mayor parte de aquel bloque de 2ªB, confiando en el cuerpo técnico que ha logrado el histórico hito y realizando todo ello con unas cuentas saneadas, sin deudas, pagando al día a todos sus empleados y siendo, con todo, un ejemplo para todo el fútbol. Un espejo al que, personalmente, me gustaría que se fijase el Barakaldo.

Con todo, este año que se acaba ha de ser recordado, sí o sí, por todos los aficionados al fútbol, como el año en el que un equipo humilde, de un pueblo obrero, se planta en la máxima categoría del fútbol español y lo hace, además, vendiendo muy difícil su piel y soñando, con muchos visos de hacerse realidad tal y como se está disputando el campeonato, con permanecer en esta categoría. Chapeau por el Eibar, por su hinchada (tuve la oportunidad de acudir a San Mamés a ver al conjunto azulgrana y lo de su hinchada fue espectacular) y por ser, bajo mi punto de vista, el mejor representante de un tipo de fútbol en el que muchos aún queremos seguir creyendo.

¡Aúpa el Eibar!