No preguntéis por qué, pero la última fiebre que me ha sacudido es la de los Diarios, ese narcisista género en el que ir registrando anécdotas, emociones o historias personales.
Mejor pensado: preguntad, porque, si no lo hacéis, este programa de hoy no tendría mucho sentido.
La banda sonora para este Cienfiebres Musicales dedicado a los Diarios es:
TELEVISION PERSONALITIES: Diary of a young man // CHUCHO: El secreto de la ciencia // RIDE: Home is a feeling // RAFAEL BERRIO: Las pequeñas cosas // CONFETI DE ODIO: Todo muere // PABLO UND DESTRUKTION: Gijón // DROPKICK: Feeling never goes away // JERO ROMERO: 2010 // STEREOLAB: Tomorrow is already here // BROADCAST: Before we begin
Galbana estival. Y sin estar de vacaciones, oigan. Lo atribuiremos a ello. Pereza para casi todo. Incluso para enfebrecerme por discos o canciones. Y es que las calenturas musicales del pasado julio han discurrido de forma proporcional a la climatología que hemos tenido por estos lares. Es decir, no han sido excesivamente altas. Unas décimas. Pasen y vean, que no me extenderé.
De los Zebra Hunt ya les hablé en mi banda sonora del mes de mayo. Ha sido uno de los descubrimientos de lo que llevamos de año. El caso es que es una de esas bandas con canciones tan redondas que te dices: «oh, esto en en directo tiene que ser una maravilla». Y hete aquí que el pasado 3 de julio actuaban no muy lejos, en Donosti. No muy lejos pero sí lo suficiente como para descartar la idea al tratarse de un lunes en el que este que escribe salía de currar a las 9 de la noche. Para desquitarme, rallé un poco el disco los subsiguientes días. Y para morir de envidia, el vídeo en el que interpretan en directo, en dicho bolo, en la sala Dabadaba, el segundo corte del «In Phrases», titulado «Bad terms».
El rollo nostálgico sacude en cualquier época, chavales. Nos ponen los discos o las canciones de cuando peinábamos menos canas y demás. Cómo nos impactaron y tal. El caso es que pensando en hacer una lista sobre discos en directo (atentado que finalmente perpetré) me tiré una tarde entera escuchando, prácticamente en bucle, el «It’s alive» de los Ramones. ¡Qué discazo! Me acordé del Blanco, amigo de la infancia, que me lo grabó, y de lo chinorris que éramos, desgañitándonos con el «Blitzkrieg bop». Yo creo que aún ni íbamos al instituto. Aún me puedo ver con el walkman quemando la cinta TDK en que quedó registrado. Ay, la añoranza no se toma vacaciones.
Y acabo con los Ride. Los británicos han sido confirmados, hace escasas semanas, para el cartel de la próxima edición del festival BIME, en Barakaldo. Este año no tenía ninguna intención de acudir a este evento pero este anuncio ha trastocado los planes. Nunca les he visto en directo y siempre ha sido una banda que me ha gustado mucho, tanto en sus inicios más shoegazer como en su etapa más brit. Además, según me han dicho, su pasada actuación en el FIB debió rozar lo memorable por lo que, nada, habrá que, de momento, ir pensando en comprar entrada de día para el mencionado festival. Y, con todo, derivado de todo esto, pues unos cuantos días los dediqué a repasar los discos de Ride.
Bola extra: dos canciones que me fliparon y a las que llegué después de leer esta fantástica entrevista a Juan de Pablos en la Jot Down y, tras la lectura, escuchar unos cuantos programas antiguos de Flor de Pasión. Ahí las tenéis. «Angellina» de Joan Baez y este «January» de Pilot. Escuchadlas porque son simplemente magníficas.
Diecinueve nuevas canciones editadas en 2017 sumadas a mi lista con el nombre del presente año. Rescatamos diez para cerrar el segundo episodio de estas fiebres POP dedicadas al mes de febrero.
10.- AMA: Nadie más.
De los rescoldos del Donosti Sound sobrevive esta banda, Ama, de la que hacía mucho que no sabía nada. Y qué bueno volver a saber de ellos con temas como este «Nadie más». Languidez propia de la etiqueta en la que tan fácilmente me he apoyado pero con un optimista punto de pildorazo pop de dos minutos y pico que llama a superar miedos si estamos siempre juntos. Arrebatadora.
9.- ROSE ELINOR DOUGALL: Colour of water.
La luminosidad que se desprende del color del agua de la señorita Dougall a mí, personalmente, me ha cegado. Pop mántrico o con dejes psicodélicos de una chiquita que formó parte de una banda que me gustó mucho hace unos años, las Pippettes. El tema se merece la fiebre. El álbum al que pertenece y que lo abre, «Stellular», bien merece ser escuchado con atención.
8.- SACRED PAWS: Strike a match.
Tema para danzar en la indie disco aquella a la que cantaba el gran Neil Hannon. Hit juvenil, con su puntito tropical (ya un poco de modé) y toda la parafernalia que uno quiere cuando sale de fiesta o trasnocha en el festival estival que toque. Muy buen rollo el de este «Strike a match» perteneciente al álbum homónimo de unas escocesas llamadas Sacred Paws de los que no había oído hablar hasta este mes que se nos fue ayer. Venga, a bailar.
7.- CATE LE BON: Aside from growing old.
Tengo avisar a mi amigo Edu TwoBaskos de que hay un nuevo fichaje galés a tener en cuenta: Cate Le Bon. Por otra parte, escuchándola, es probable que el bueno de Edu la tenga controlada porque se mueve en estilos que sé que a él le molan, esto es, folk oscurito y onírico de soterrada elegancia brit. Fantástico descubrimiento el de esta chiquita y fantástica e hipnótica canción esta maravillosa «Aside from growing old», primer corte de un EP titulado «Rock pool».
6.- RIDE: Home is a feeling.
De las mejores noticias musicales que ha deparado este mes de febrero, ha sido el ver que una de mis bandas más veneradas, Ride, sacaba dos nuevos temas, «Charm assault» y este «Home is a feeling». Y a punto he estado de poner los dos al alimón pero he de admitir que, a los puntos, dicho honor se lo ha llevado la segunda. Me he quedado con el ambiente etéreo desplegado (tan My Bloody Valentine) y por el hecho de que la primera es un buen hit rockero pero le faltaba ese algo, ese no sé qué (¿la típica distorsión shoegazer?) que hace tan especial a Ride. En cualquier caso y tal como dijimos en enero refiriéndonos a Slowdive, a tope siempre con la escudería Creation.
5.- LOS PLANETAS: Islamabad.
Los granadinos se cuelan en mis fiebres por segundo mes consecutivo. Nada sorprendente para quien me conozca. Pero más allá de ser fan declarado de Los Planetas, los dos temas seleccionados bien lo valen. Si el mes pasado decíamos que el «Espíritu olímpico» era un fantástico y bienvenido clásico hit-más de lo mismo, este «Islamabad» tiene un toque atmosférico muy, muy planetero pero la forma de cantar de J cambia, a mi modo de ver, hacia un recitado diferente y con un acento andaluz que no le había detectado en su faceta de frontman de Los Planteas (con GDESYN sí se le nota más) ¿Tendrá que ver en ello el hecho de que se supone que este tema es un acercamiento al género trap mediante un split con un tal Young Beef? No sé, que sea lo que quiera, pero este «Islamabad» (con letra muy canción protesta, por cierto) me lleva a presagiar que el nuevo disco, «Zona temporalmente autónoma» (a la venta el 24 de marzo), nos puede devolver lo mejor de los mejores Planetas.
4.- TY SEGALL: Papers
Quizá el prolífico mozalbete yankee haya sacado, en el momento en el que escribo estas paridas, otros seis discos más y cada uno hijo de su padre y de su madre. Me cuesta seguirle el ritmo pero témome que debería. Al menos, sería obligatorio si toda su obra sigue por los geniales derroteros de canciones como este «Papers». Tensión psicodélica y garagera con estribillo brillante. Un verdadero temazo y un gran tantazo el que se han apuntado mis amigos de Ebrovision cerrando a Ty Segall como única fecha en España el próximo mes de septiembre.
3.- FUTURE ISLANDS: Ran.
Atraído por el éxito de su anterior disco «Singles» (que, admito, tampoco es que yo supiese apreciar), llego a este «Ran» y descubro lo que, creo yo, está llamado a ser una de las canciones de 2017. Tema con aspecto de himno que emparenta con la epicidad de unos Arcade Fire llena estadios, pintado con toques ochenteros. Supongo que todos los que lo fliparon con «Singles» volverán a hacerlo ahora con este sencillo. Yo, de momento, volveré a escuchar el mencionado álbum anterior.
2.- MIQUI PUIG: Los Módena.
A mí es que un tema que empieza diciendo «tan normal no será, cuando nos gusta la sangre embutida», ya me ha ganado. Y si encima el tema en cuestión me parece un hit total hecho por un tipo que se mantiene coherente a sus señas de identidad y al buen gusto a la hora de elaborar temas de pop sin mayores pretensiones, pues eso, como para no meterla ya como una de mis canciones/fiebres del presente año. Sólo espero que el resto del disco al que pertenece, «Escuela de capataces», esté la mitad de bien que este «Los Módena». Y sí, llevo los calcetines a juego, Miqui, tranquilo.
1.- JESUS AND MARY CHAIN: Always sad.
Y mi canción favorita de febrero de 2017 es un señor pepinazo de los hermanos Reid. «Always sad» nos pone contentos. «Always sad» es el hit por el que habríamos guardado auténtica devoción a los británicos hace veinte años. «Always sad», con esas urgentes guitarras y con esa maravillosa voz invitada (la de Bernardette Denning), nos pone los dientes largos y en tensión a la espera de que llegue el próximo 25 de marzo, fecha en la que está prevista que se edite el nuevo álbum, «Damage and joy». Ganazas.
Días en los que no estoy pudiendo escuchar mucha música. Cuando he podido hacerlo, he escuchado un par de veces a una banda inglesa que me descubrieron y recomendaron el otro día. Se llaman Superfood, son jóvenes, suenan a Blur, a Lightninig Seeds… Suenan, en definitiva, a britpop, al britpop aquel que tanto me apasionó y que aún hoy me gusta mucho recordar y escuchar.
Una de las razones – la principal – por las que no me queda demasiado hueco para escuchar discos es porque, desgraciadamente, me ha tocado conocer y visitar el hospital de Santa Marina.
Este centro sanitario se halla en el monte de Artxanda de Bilbao. Antiguamente, sirvió de reposo para enfermos de tuberculosis y después siempre ha estado vinculado a dolencias de carácter respiratorio.
La ubicación y algunas otras características de Santa Marina me recuerdan el sanatorio de Los Alpes de La Montaña Mágica, el extraordinario libro de Thomas Mann, que tengo que volver a leer.
El protagonista de La Montaña Mágica es Hans Castorp. Recuerdo que en mis albores de internet, pasaba muchas horas navegando en los foros de la web de música Muzikalia. Me acuerdo de un forero cuyo nick era el nombre del joven personaje de la magnífica obra de Mann. Recuerdo a aquel tipo como un contertulio vehemente, que se expresaba muy bien y a quien le debo descubrir el «Going Blank again» de Ride.
Esta asociación de ideas, de recuerdos, de emociones (Santa Marina – La Montaña Mágica – Muzikalia) ha sido la que ha provocado que el último álbum que haya sonado en el día de hoy sea el mencionado de los Ride.
Y ésta, amigos, ha sido la banda sonora de mi 4 de marzo de 2015.