
Estrenamos mes. El mes en el que arranca el verano. No he pensado o no me ha sobrevenido ninguna canción o disco que ilustrase, musicalmente hablando, estos hitos temporales. Lo mismo da. Sí me ha influenciado, de cara a ponerme algo a la mañana, el pasado fin de semana. El grueso del mismo lo hemos pasado en Oviedo donde el pasado viernes presentamos nuestras #Edusohistorias. Y más allá del acto en sí, los hemos pasado extraordinariamente bien, hemos comido extraordinariamente bien, hemos bebido extraordinariamente bien y, personalmente, me ha sorprendido el ambiente nocturno de la capital asturiana (¿qué fue de la noche bilbaína?)
Los y las principales culpables de esta evaluación positiva han sido, sin ningún género de dudas, nuestros geniales cicerones: Arantza, Marcos, Alberto y María. Gracias, cuadrilla. Sois la hostia. Viva la sidra, puxa el Oviedo (que encima ha ascendido), el Sporting, el Ceares y aúpa El Diario Roma y el Serie B.
Que me ha influenciado el fin de semana ovetense, decía, a la hora de ponerme a un asturianín de pro como es el tal Pablo Und Destruktion, cantautor oscuro del que ya había escuchado su primer álbum, «Sangrín» (el cual me pareció francamente interesante) y del que ahora he catado su último disco, titulado «Vigorexia emocional». Críptico e inquietante y con unas letras de esas a las que merece la pena dedicarles mucho más tiempo.
Por lo demás, ayer, domingo, sí me puse el «Man-made» de los Teenage Fanclub, único LP que me dio tiempo a poner en todo el fin de semana.
Y así, camaradas, esta ha sido mi banda sonora de hoy, lunes, 1 de junio de 2015.