En Lontananza. Mi carnicero Juantxu.

Cinco minutos de paseo dirección a la carnicería. Un audio para presentaros a mi carnicero. Juantxu audiencia de En Lontananza, audiencia de En Lontananza Juantxu.

Espero que os guste. Y a él también, si le llega, que le llegará.

Comprad y consumid en las tiendas de barrio. Ahora más que nunca.

*En la foto, de Paredes que Hablan, claro, personaje secundario que aparece en el episodio de hoy.

En Lontananza. La mujer elegante con botas de fútbol.

Poco más de cinco minutos para presentaros a la mujer elegante con botas de fútbol. Hace unos días salí a pasear y la volví a ver. Una Señora, así, en mayúscula, que hasta hoy era una anotación en una libreta. Espero que os guste conocerla. Y, por si esto no os atrae lo suficiente, podéis escuchar cómo casi me atropella una bicicleta.

En Lontananza. Cierto renacer.

Casi siete minutos. Tiempo suficiente para ponerme epopéyico y valorar mi municipio en Fase 2 como si el resurgir del Ave Fénix se tratase. Minutos de sobra para ponerme estupendo y hacer una disertación de chichinabo sobre – OJO – arquitectura-urbanidad-cultura en ciudades de origen obrero. Y me quedo tan ancho.

Si ya con esto no os he picado para que lo escuchéis, yo ya no sé.

PD: la imagen es de mi colección de Paredes Parlantes.

En Lontananza. Agradecimientos, jadeos e hiperactividad.

Poco más de seis minutos para mostrar mi agradecimiento y hablar de jadeos e hiperactividad.

Eso sí, mal vamos. Dos capítulos y aún en ninguno de ellos he respondido al objeto de En Lontananza, esto es, divagar a partir de lo que me brinda la calle.

Atribuyámoslo, en el caso de hoy, a la resaca por la buena acogida de la presentación del (micro)podcast.