Cienfiebres #7: Jazz Fever

De la expresión «uf, éso es demasiado jazz» a la boutade «voy a vender todos mis discos menos los de jazz y sólo voy a escuchar esa música» han pasado unos 20 años. El autor de ambos testimonios soy yo y entre ellos hay una importante evolución en mi relación con el jazz.

De esto va el séptimo de Cienfiebres Musicales. De mi convivencia con un género musical que se ha convertido en una de mis fiebres recurrentes y que cuando me golpea lo hace con fruición.

Suenan: Quincy Jones: One note samba // Shirley Scott: ‘Taint What You Do (It’s the Way That Cha Do It) // Jimmy Smith: The cat // Bobby Timmons: Moanin’ // Art Blakey & The Jazz Messengers: Blues March // Lee Morgan: Eclipso // Woody Herman & The Herd: The Sidewinder // Eddie Jefferson: Psychedellic Sally // Horace Silver: Serenade to a soul sister // Johnny Lytle: Babo // Art Blakey & The Jazz Messengers: Jimerick // Bobby Watson: Keepin’ it real // Charlie Parker: Now’s the time // Los Bravos: Show me // Los Pekenikes: Nobles contra villanos

14 de enero. Mi banda sonora.

Recibo un correo de la buena gente de unodos!! informando sobre un bolo que darán las bandas The Ships (de los que todo el mundo hablan maravillas pero a mí, psché) y de Peralta, un combo de Gijón que también le da a eso del rock americano alternativo, su rollito costa oeste, power pop y toda la pesca. Y escucho su disco homónimo, ‘Peralta’, y como con sus compañeros de cita, psché.

Veo en el muro de Eduardo, todo un señor al que da gusto leerle cuando escribe sobre música y sobre fútbol y casi que sobre cualquier otra cosa, una foto de un single de unos tales The Circles. No los conozco. Los busco en Spotify y me pongo un disco que se titula ‘Private World’. Molan. Mod revival enérgico que me pone las pilas. Tal es así que, a continuación, me pongo otra cosa en esa onda. En este caso el ‘A taste of pink’ de The Prisoners. Al final me acabo cansando.

Ayer recibí una camiseta de Lee Morgan que encontré de casualidad en eBay y me moló. También es verdad que ya tenía una del mítico trompetisita, mucho más cool y elegante, ya que es una manufactura del artista Javier Cámara quien está pintando unas camisetas con motivos modernistas de caerse para atrás. El caso es que esto me lleva a ir descubriendo más trabajos de la discografía del señor Morgan y me pongo una delicia titulado ‘Indeed!’. Uno se siente como mejor cuando escucha algo así.

Luego me he enterado gracias a Joseba que The Decemberists tienen una nueva canción de adelanto a lo que será su nuevo álbum, la cual lleva por título ‘A beginning song’. Como siempre, suena maravilloso.

Ya en casa, he querido que Nicolás bailase al ritmo de los Paniks pero a Ana le ha parecido excesivamente ratonera (sic) su música y no hemos acabado de escuchar su ‘Kontroversy’. Total que aprovechando que los CD’s que pusimos en el cumple del niño rondaban por ahí, hemos cambiado radicalísimamente de tercio y hemos acabado bailando al ritmo del ‘Efervescente sonido de La Casa Azul’.

Esta ha sido mi banda sonora del 14 de enero de 2015.