Hemos venido a jugar. Sin bajar del autobús. A jugar y loar. A Algora. Al algorismo. Homenaje Neperiano. El teaser, el conato, el kilómetro cero. El juguete tiene la siguiente banda sonora:
EL NIÑO GUSANO: Pelícano INDICE DE CUBA: Sed de ti TRAS EL FRANCES: Nuez amarga EL NIÑO GUSANO: La mujer portuguesa CANGREJUS: Erizos MUY POCA GENTE: Zuecos LA COSTA BRAVA: Dos ostras FRANCISCO NIXON: Normandía y Algora EL NIÑO GUSANO: La pobre niña
HANK IDORY: Mancini, tú y yo THE WHO: I need you CHARADES: Un lugar de los dos NACHO VEGAS: Ramon In
MAGIA BRUTA: Un día nuevo THE RED, PINKS & PURPLES: Let’s pretend we’re not in love ADEFESIOS: Corazones atolondrados LOS NO: La llave
THE ROULETTES: Soon you’ll be leaving me LOS FLECHAZOS: Viviendo en la era pop SYL JOHNSON: Is it because I’m black
Hoy en el número 6 de Cienfiebres Musicales, versión radiofónica de las Listas Tontas de cienfiebres.com, concretamente de las dos últimas (Mis 10 del 21, nacional e internacional), instigadas por el bueno de Luisbe Despachopop.
Junto a ello, un repaso a mis discos y canciones favoritas de lo que llevamos de 2020.
Un programa, en definitiva, sencillo y desengrasante para afrontar los rigores de un verano pandémico y para homenajear a «Alta Fidelidad», el libro de Hornby de cuya edición se cumplen 25 años, y la peli de Frears, de cuyo estreno se cumplen dos décadas.
Suenan:
Nacho Vegas
La Costa Brava
Delorean
Triángulo de Amor Bizarro (x 2)
Arcade Fire
Michael Kiwanuka
Vetiver
Futuro Terror
Los Estanques
The Masqueraders
Colorama
El Goodo
The Divine Comedy
Charades
¿Os acordáis de aquello de Mi Banda Sonora? Sí, hombre, eso de tratar de mantener un diario personal cuyo hilo conductor fuese los discos o canciones que escuchase diariamente… Bueno, pues por si alguien no se había dado cuenta, no actualizo dicho diario desde el pasado 22 de septiembre. Prácticamente, dos meses.
Y sí, claro que he escuchado canciones y discos. Lo que no he tenido son ganas o tiempo para compartirlo. Ya os lloré en ese sentido por lo que no me extenderé. A bote pronto, podría recordar, en estos casi 60 días, escuchas asociadas a mi asistencia al BIME (Richard Ashcroft, The Go! Team, Iron & Wine), fiebres derivadas de la mencionada asistencia (Michael Kiwanuka sobre todo)
He escuchado a Paco Ibáñez (sí, Paco Ibáñez) dado que fui a ver a este radical octogenario al Arriaga; me dio hace unos días por revisarme la discografía de los Charlatans (vaya usted a saber por qué) o he pinchado en casa las últimas adquisiciones (desde Ike & Tina Turner, pasando por La Costa Brava y terminando, qué sé yo, en Grapefruit)
En fin, que había material para rellenar el dietario pero ha habido demasiadas prioridades ajenas a este blog, la mayoría de ellas de carácter laboral o pseudolaboral. Supongo que aún las hay por lo que no me voy a comprometer al mantenimiento diario de Mi Banda Sonora.
En ese sentido, algo que me ha trastocado profundamente en las últimas semanas ha sido un cambio, el que emprendo en escasos minutos, dejando mi puesto en el que ha sido mi trabajo durante los últimos cinco años y pico y que tendrá su continuación en una nueva aventura que arrancará la mañana del próximo lunes.
Acabo de despedirme de mis compañeras y compañeros. Es un hasta luego, sí, pero me ha dado cosica. Siempre me han atraído los cambios y este no es una excepción pero el proceso de despedida siempre es emocionante. En fin, que no me voy a extender para que no se me meta nada en el ojo por lo que despediré este post con una canción que describe de forma muy evidente este trastorno mencionado, este cambio de aventura, trabajo, empresa, etcétera que me ha absorbido buena parte de mi tiempo estas semanas. «Changes» de David Bowie es mi banda sonora perfecta para este día.