
Me recuerda a una tertulia que tuvimos. En aquella ocasión era sobre Erdogan y la amenaza de éste a la UE de abrir las fronteras a todos los refugiados que «acogía» si le seguían apretando las tuercas con vaya usted a saber qué. Y Europa, claro, cagada ante la posibilidad de que miles de desarrapados pululasen sin rumbo por su territorio. O sea, esos refugiados tratados como mercancía, como moneda de cambio.
Hoy algo parecido. No sé si el detonante habrá sido exclusivamente que se haya atendido a un líder del Frente Polisario en un hospital español (imagino que tiene que haber algo más), pero lo que parece claro es que Marruecos, mosqueado, ha tomado como represalia la apertura de la frontera sin ningún tipo de control de su policía. Y los inmigrantes, en este caso, tratados como arma, como plaga.
Creo que la cosificación es esto.
Foto de EFE, vista en El Correo de hoy.