Bica. Talandango. Gabela. Divieso. Penganillo. Ranzoso. Resencio. “No estamos en ningún carnizal”. “A cuerpo gentil”. Zagurda. “Más pronto que el tío los mistos”. “Para qué querrá la zorra campanillas si no sabe tocarlas”. “Más exagerado que la toma de Madrid”. Zarrio. Arrecirse. Flama. «Como los chorizos al forduo». Empintiparao.
Hoy hace dos años que falleció mi madre pero nos sigue acompañando prácticamente a diario. Se hace presente en recuerdos, en comportamientos, en ejemplos, en fotografías… Sigue ahí. Una de las expresiones en que más emerge tiene que ver con esas palabras y expresiones de ahí arriba. Como ya dejé entrever, Lola mantuvo de forma más intacta sus extremeñismos. Mucho más, por ejemplo, que mi padre. Supongo que se debió al hecho de que éste tuvo una vida social más activa por el mero hecho de salir a trabajar.
Me encanta ese lenguaje. Adoro las expresiones propias de cada región, los acentos, las palabras… Usos que muchas veces se habrán vilipendiado por considerarlos pueblerinos, de poca clase pero que, para mí, amplían la cultura de la persona, tanto de la que los usa como de la que los escucha o lee. Usos que se han perdido o que no han evolucionado y que quedan relegados, cada vez más, a ámbitos de carácter rural y fundamentalmente empleados por personas más mayores.
Evidentemente, adoro mucho más los de mi madre. Los que ella empleaba para hacerme ver que yo siempre quiero estar en todos los saraos (gabelero o también «todos los pitos quieres tocar»), para expresar que había que tomar las cosas con calma, que no hay que correr («no estamos en ningún carnizal») o para advertir de que la casa está sucia o desordenada, es decir, hecha una «zagurda», por decir algo.
Lo apuntado al principio del artículo, son sólo algunas de las expresiones o palabras que recuerdo. Había más. Hay más. Estas son las que me han venido ahora a la cabeza para escribir este texto. Lo bueno es que me sobrevienen incorporándolas a mi día a día, integrándolas en mis conversaciones con Ana o con Nicolás, hasta tal punto que Ana ya se ha apropiado alguna de ellas del mismo modo que yo he adoptado algunas expresiones navarro-riojanas de sus padres.
En definitiva, que son las mencionadas pero que hay más. Que están ahí. Que mi madre sigue ahí acompañándonos también a la hora de expresarnos de forma oral. Esta es, con todo, una preciosa parte de la maravillosa herencia que he recibido de mi madre y que hoy me apetecía compartir con los que estáis al otro lado. Y encantado, evidentemente, de recibir, en los comentarios o como queráis, otros ejemplos de Extremeñismos o de otros lugares que os apetezca compartir.
ACTUALIZACIÓN: edito la entrada para añadir aportaciones que me llegan. En este caso, mi sobrina Zuriñe me recuerda la palabra «Estremoso/a». Grande.
ACTUALIZACIÓN (8/12/2017, 15:44): sigo recibiendo más contribuciones a la causa. Ahí van:
Mi amigo Carlos, cuyos padres eran oriundos de la comarca cacereña de Sierra de Gata, me comenta en Facebook que en la zona donde nacieron y se criaron, es muy típico acabar las palabras en el diminutivo «ino», usar la «r» en vez de la «l» u obviar la «r» y «l» final y que, a veces, cambian la «e» por la «i» (Las Hurdis por Las Hurdes, por ejemplo). Gran aporte.
Mi sobrina Vanesa se acuerda también de los peculiares demostrativos que usaba su abuela: vele quilo (aquí está), vele hilo (ahí está). Fantástico. También recuerda la palabra «ripio» que mi madre empleaba para calificar cierto estado del cabello (¿algo así como lacio?)
Mi hermana Loli aporta «un cuantis cuantis» (algo así como un poquito) y «enclaraor» que, si no recuerdo mal, yo creo que era algún tipo de insecto pero que lo usaba para referirse a mi hermano Pedro porque no paraba quieto.
Por su parte, mi hermano José y mi cuñada Eva nos recuerdan palabras como «pejiguera» (vendría a ser algo así como pesado/a) y «aguila palante» la cual no usaba mi ama pero, al parecer debe ser una expresión de carácter reivindicativo extremeño.
Por último, mi buena amiga Vero, erandiotarra de pro pero de origen hinojaliego, si la memoria no me falla, contribuye con el verbo «sostribarse», algo así como ponerse de pie en una valla como haciendo equilibrio o arrimarse mucho a algo o asomarse o agarrarse.. . En esa onda, vaya…
Pues geniales aportaciones y buena recopilación que espero siga aumentando. En otro rato, volveré a actualizar el post para añadir las traducciones a las palabras y expresiones que puse yo ayer.