En Lontananza. Agradecimientos, jadeos e hiperactividad.

Poco más de seis minutos para mostrar mi agradecimiento y hablar de jadeos e hiperactividad.

Eso sí, mal vamos. Dos capítulos y aún en ninguno de ellos he respondido al objeto de En Lontananza, esto es, divagar a partir de lo que me brinda la calle.

Atribuyámoslo, en el caso de hoy, a la resaca por la buena acogida de la presentación del (micro)podcast.

En Lontananza. Presentación.

Lontananza: parte más alejada de un lugar.

Lo que veo y siento más allá de los lugares, momentos, personas… que me encuentro mientras camino.

Diario de divagaciones o reflexiones espontáneas en formato (micro)podcast. Sin editar, sin tratar, sin pulcritud, improvisadas a partir de lo que el camino me sugiere. Entre ruidos de motor, interrupciones y voz entrecortada.

Una fiebre más de un cienfiebres.

PD: mis más sinceros agradecimientos a Javier Aldana, creador del diseño-logo de En Lontananza, además de inspirador máximo de dicho título.

Fiebre Podcaster

Me da la sensación que siempre llego tarde a este tipo de cosas. Eso pensaba el otro día al leer al responsable de uno de mis podcast musicales de cabecera, Popcasting, diciendo que acababa de cumplir quince años online. Quince años y yo, ahora, en mayo de 2020, estoy con una temperatura altísima con este asunto de la radio por internet.

También os diré que, por otra parte, más allá de que este medio de los podcast lleve mucho tiempo entre nosotros y que esté muy extendido, creo detectar que vive un momento de eclosión. Quizá es una especie de sesgo cognitivo inducido por la fiebre podcaster que padezco y los veo por todas partes; pero, no sé, por ejemplo, ver un reciente spot de una conocida entidad bancaria promocionándose mediante este formato me llevó a pensar en dicho auge.

Pues eso, que estoy en plena fiebre. Y como buen Cienfiebres puede que el calentón baje y se quede en agua de borrajas o que no. Pero, de hecho, miren, para qué andarnos con ambages: en breve tendrán noticias en este mismo espacio. Es una fiebre fuerte, propia de una época de pandemias, no remite y empezará a ofrecer sus síntomas más pronto – espero – que tarde. Que luego eso se mantenga o no en el tiempo también obedecerá a los vaivenes y calenturas propias de este que firma.

Dicho lo cual, permanezcan a la espera y sintonizadas. Yo dejo dos pistas (y no de audio): trataremos de sustituir el «blog» de la sección «Cienfiebres Blogcast» por «Pod»; y apúntense a mirar EN LONTANANZA.