Mi Cosecha 2015. Los discos.

Ay, quién me ha visto y quién me ve… Yo, que cada mes de diciembre me encargaba de elaborar el listado de lo mejor del año para La Furgoneta Azul. Yo, que estaba siempre al día de la actualidad pop conduciendo la propia furgoneta por las ondas de BI FM… Ay, yo, escuchando cotidianamente las novedades discográficas, consultando las publicaciones especializadas, adalid, con todo, de lo último que surgía en formato single, de los nuevos nombres que desembarcaban al circo del rock… Ay…

Bueno, en realidad, no era, ni muchísimo menos, para tanto pero, ciertamente, se me hace extraño consultar los tops de 2015 que publican los diversos medios y comprobar que conozco a muy pocas de las bandas reseñadas y, por tanto, heme aquí, tratando de elaborar mi cosecha disquera del año que está a punto de acabar y ver que la gran mayoría de los títulos y artistas seleccionados no aparecen en ellas y siendo consciente de que, de haber prestado más atención a lo publicado en estos doce meses, muchas de estas reseñas no tendrían cabida entre “lo mejor de”. O sí. A saber.

En fin, sea como fuere, me da para, al menos, dejar aquí diez referencias, las diez que más he escuchado, las diez que, si la memoria no me falla, he acabado comprándome en formato físico y, por lo tanto, entiendo que habrán merecido la pena… Va, arriba con ella… Mi Top Ten…

10.- BELLE & SEBASTIAN: “Girls in peacetime”. No es su mejor disco, ni mucho menos. Lo escuché porque lo tenía que escuchar. Lo compré por completismo (y porque encontré el CD a un precio más que competititvo) Y aunque hay algún tema que, lo admito, suena casi hasta ridículo (así me lo parece, por ejemplo, “The party line”, aunque luego veo a Nico bailarla cual poseso y me encanta), siguen quedando otros muchos con la sensibilidad, las letras y la calidad marca de la casa y eso, viniendo de una de mis bandas favoritas de siempre, ya es un tanto suficiente como para que aparezca aquí. Por cierto, espero que la actualidad nos traiga en breves buenas noticias al respecto del estado de salud de Stuart Murdoch.

9.- BRAND NEW SINCLAIRS: “This is Brand New Sinclairs & other chronicles”. Support your local team, que decía aquel. Pues sí, supongo que el hecho que sea una banda del pueblo habrá tenido que ver a la hora de sumarles a la lista pero, igualmente, este trabajo de los baracaldeses es realmente disfrutable. Han ganado, en mi opinión, acelerando su sonido hacia territorios más, ejem, rockanroleros sin dejar de lado sus querencias, ejem, rythmnbluesescas. Su directo, por cierto fue el que me conquistó, el que me llevó a pillar el LP y el que provocó, en definitiva, que me vea obligado a reseñarlos como uno de mis discos de 2015.

8.- COURTNEY BARNETT: “Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit”. Primera coincidencia con la ortodoxia mediática. Sí, este nombre y este título aparecen por doquier en revistas, blogs y demás familia. Y sí, disco interesante, molón, ecléctico (para bien) que, por momentos, ojo, me recuerda a Sheryll Crow. Ahí queda eso. Eso sí, ni me lo he comprado ni, en principio, me planteo hacerme con él.

7.- NEW ORDER: “Music complete”. Escuchando “Music complete”, el nuevo disco de los de Manchester, me viene a la cabeza el mensaje que Bernard Summer (o Peter Hook, ahora no recuerdo) lanzó hacia la mitad del concierto que ofrecieron allá por el 2006 en Boadilla del Monte (Madrid), en el extinto festival Summercase: “NO MORE GUITARS!”. Y empezó la fiesta. Una fiesta protagonizada por sintetizadores, bases, beats y demás cacharrería electrónica. Los New Order, en definitiva, parece que vuelven a mirar más hacia su época Ibiza y se marcan un álbum con el que han conseguido reconciliarse con muchos de sus fans decepcionados con sus trabajos anteriores. A mí, desde luego, me han vuelto a convencer y eso que tampoco es que les hubiese dado de lado cuando había más guitarras.

6.- DJANGO DJANGO: “Born under Saturn”. El primer disco de estos muchachos me entusiasmó. Tal es así que fue, para mí, el mejor trabajo internacional de 2012. Con este precedente, debía escuchar “Born under Saturn”. Y así lo hice. Y me gustó. Y aunque creo que no tiene la frescura de su predecesor, sigue resultando altamente interesante y siguen pareciéndome una de las bandas más a seguir la pista en la actualidad. He dicho.

5.- DMA’S: “DMA’S”. Mi rollo total, sí. Así es. Britpop oldschool el que practican estos mozos australianos con pintas de, esto es así, chavs de Bristol o por ahí. De hecho, por sus pintas, nadie diría que practicasen un pop como el que atesora el EP homónimo con el que les he descubierto y que, como veis, es uno de los que más me ha encandilado del presente año. Es más, diría que “Feels like 37” es una de las canciones de 2015.

4.- DISCO LAS PALMERAS!: “Asfixia”. Abrasivo. Intenso. Demoledor. Son algunos de los epítetos con los que me da por calificar el último álbum de los gallegos Disco Las Palmeras! Un muro de guitarras emocionante y unas letras en las que se aprecia una gran carga crítica hacia la realidad que nos rodea. Una agradable sorpresa para mí habida cuenta de que sus dos anteriores trabajos no me habían dicho mucho. Y si antes proponíamos un tema de DMA’S como canción del año, “Cállate la boca” no le va a la zaga, amigos.

3.- LOS GRANADIANS DEL ESPACIO EXTERIOR: “La onda cósmica”. No es que uno sea un gran aficionado a los sonidos más cercanos al reggae o al rocksteady o a cosas así. A decir verdad, son géneros que no me desagradan pero que me cansan al de pocas canciones. Por ello, otorgo un gran valor a “La onda cósmica”, el quinto trabajo de los Granadians, ya que me he merendado su LP del tirón unas cuantas veces. Me da la impresión de que tiene que ver con el hecho de que además de mantener sus señas de identidad ¿caribeñas?, han dado cabida en este artefacto a sonidos más psicodélicos y etéreos de modo que, para mí, se ha convertido en un caramelo delicioso, digerible y altamente adictivo. Además, me encanta ver cómo se contornea el enano cuando lo pinchamos en casa. Discazo.

2.- AIRBAG: “Gotham te necesita”. Y el título a disco del año nacional en mi casa se lo lleva… Tachán: “Gotham te necesita” de los Airbag. Y me digo que no podía ser de otra manera. Y no le pongo al nivel de “Alto disco” o “Manual de montaña rusa” porque me gustan demasiado pero, como mínimo, los iguala. Ponerte este disco supone un chute vitaminado con los ingredientes marca de la casa: punk-pop urgente y preciso, con sus letras costumbristas, frikis y veraniegas, con las evidentes referencias de siempre (Weezer, Los Ramones) Ni un pero a este trabajo. Merecida plata general, merecido oro local.

1.- SUFJAN STEVENS: “Carrie & Lowel”. Lo elegí como mi disco del año en las primeras escuchas. Porque es emocionante. Mágico. Onírico. Porque es sencillo. Íntimo. Porque tiene efectos sanadores. Porque recuerdo un día volviendo a casa, escuchándolo, y el sol se ponía y se produjo una extraña comunión con mi entorno. Una sensación de paz total. Es un álbum que transmite una espiritualidad para nada impostada. Absolutamente natural, no sé cómo decirlo. Y luego, una vez en casa, leyendo sus letras, dedicadas a su madre fallecida, aún lo valoras mucho más porque sabes que es un ejercicio brutal de terapia personal para el propio cantautor. Delicado. Sencillo. Maravilloso. Y, en este caso, me alegra comprobar que este “Carrie & Lowell” recibe una positiva unanimidad bastante amplia de las gentes que se dedican profesionalmente a esto de evaluar la música. No sé, no me cabe ninguna duda de que este es el mejor disco de 2015 o, al menos, el más bonito.

10 y 11 de junio. Mi Banda Sonora.

Ayer acabé agotado y no rellené la página del diario correspondiente al 10 de junio. Esa que empieza por Mi Banda Sonora y no por Mi Querido Diario. Bueno, al turrón.

Acabé cansado porque la jornada comenzó a primera hora de la mañana con una reunión de trabajo a la que estábamos convocadas siete personas y sólo aparecimos tres. Los ausentes justificaron su ausencia. Todos menos Edu. Bueno, en realidad, Edu no faltó si no que llegó tarde por atender una urgencia. Tomé con él, pues, un café. Ir con Edu Twobaskos a tomar un café a determinados garitos empieza a implicar que le reconozcan gracias al apellido que le he puesto. Y así, gracias a ser uno de los Twobaskos, el camarero del bar y nosotros iniciamos una amena tertulia musical en la que, no recuerdo cómo, apareció el nombre de Terrier y la encarecida recomendación de que los escuchase, reforzada con un «a ti te van a molar». Y sí, así fue. Varias veces me escuché a lo largo del día de ayer los dos discos de estos mozalbetes madrileños. Que alguien les traiga a Bilbao, va,

Y ya, por la tarde, ya en casa, pusimos el LP de Los Cheyenes.

Hoy. No me pregunten cómo me he despertado con la intención de poner el CD «()» de Sigur Ros y en un requiebro mental y estilístico he acabado sustituyendo a los islandeses por el «Gotham te necesita» de los Airbag. ¿Mi explicación? Un onírico estado me llevaba a los mantras nórdicos hasta que Nicolás me ha hecho despertar y entonces he necesitado pildorazos rápidos y, por momentos, abrasivos. Joder, «La bomba de neutrones» levanta a los muertos.

Antes de salir de casa, el cartero me ha traído a casa el disco de Django Django (en la foto) y me ha dado de poner un par de temas en el plato para luego continuar escuchándolo a través de Spotify en el metro.

Por lo demás, dos canciones para acabar la banda sonora de hoy: «Algo más» de Los Zooms y, sobre todo, este bestial tema de unos tales The Fairytale, titulado «Guess I was dreaming». Ambos descubiertos en una lista de reproducción en Youtube que se ha currado Carlos, el de La Casa de Atrás, que se llama LCDA FANTASRADIO 7. Luego he buscado a esa banda en Spotify y sólo he encontrado una referencia de ellos en el recopilatorio «The Psychedelic Scene» que he acabado por engullirme entero.

Y estas, amigos, han sido mis bandas sonoras de los días 10 y 11 de junio, miércoles y jueves respectivamente, de 2015.

8 de mayo. Mi Banda Sonora.

Antes de nada… El pasado 6 de mayo debió publicarse Mi Banda Sonora pero creo que sólo guardé borrador y no la publiqué. O algo así. No sé, lo que sea, pero que la hubo, mirad:

Mi vida en los últimos días se puede resumir en vómitos y diarreas. Desgraciadamente, no míos. Ojalá. Son del cachorro. El puto virus sigue acompañando al chiquillo y, aunque creemos ver signos de que poco a poco abandona su cuerpo, ahí sigue, el hijoputa. En fin.

Hoy he vuelto al trabajo y este hecho me ha permitido que en el ordenador haya escuchado el EP de Los Planetas, «Dobles fatigas», y el disco de Blur, «Te Magic Whip». Al ejercer una labor de acompañamiento a la tarea profesional, no les he podido prestar especial atención a pesar de ser dos grupos a los que siempre he seguido. Bueno, ya los escucharé con más ahínco. De primeras y atendiendo a sensaciones superficiales, el de Blur me ha sonado mejor pero a saber.

Esta, amigas y amigos, ha sido la banda sonora de mi 6 de mayo de 2015.

Hoy también. Escasa, como estos últimos días. Desde el ordenador y en el curro. Descubriendo novedades discográficas y algún que otro trabajo pretérito. En este último caso la primera parte de la tarde la he dedicado a escuchar varios albums de Ty Segall. Después, tras unas escuchas a diversas playlists, me acordé que el otro día vi en el escaparate de Long Play de Barakaldo el nuevo trabajo de los Django Django (cuyo debut fue, para mí, el mejor disco de 2012), titulado «Born under Saturn». Escuchado en Spotify, se gana nuevas audiciones y la probabilidad de que acabe comprándomelo.

Pocas emociones por lo demás. Hoy he empezado a notar la fiebre gualdinegra de cara al partido del domingo (último de la liga regular pero espero que no de la temporada en Lasesarre) aunque no le haya dedicado entrada al respecto. El lunes habrá que resarcirse y espero que contando buenas nuevas. Hasta entonces. Buen fin de semana.

Esta ha sido mi banda sonora del 8 de mayo de 2015.

13 de enero. Mi banda sonora.

Martes y 13. Ni te cases ni te embarques. Arrancamos la mañana, Nicolás y yo, escuchando a The Remains. ¿Por qué? Sinceramente: no lo sé, pero nos hemos vestido mejor que otras veces.

Mi amigo Andoni me ha puesto un link en mi muro de Facebook advirtiéndome que se ha dado a conocer un nuevo tema de Django Django. Mi amigo sabe que es una banda cuyo primer trabajo me fascinó – de hecho, fue para mí el mejor álbum internacional de 2012, tal y como publiqué en La Furgoneta Azul – y de ahí su aviso. Esa nueva canción, titulada ‘First light’, sigue sonando cañón, quizá con un deje más electrónico pero igualmente fantástica. Bien por estos chicos. Todo ello me ha llevado a volver a escuchar el mencionado ‘Django Django’. Por cierto, la aparición de ese tema me ha llevado a crear ya una lista colaborativa en Spotify titulada 2015 con la que ir recopilando, musicalmente hablando, el año que acabamos de estrenar. Colaborativa, claro, significa que, si quieren, pueden aportar sus canciones con el único criterio de que sean de 2015.

Releer mi cosecha de 2012 en LFA, me ha llevado a ponerme el ‘Radio Music Society’ de Esperanza Spalding. Lo recordaba mejor. Me ha resultado pesadísimo.

Esta ha sido mi banda sonora del 13 de enero de 2015.