Cosecha 2018. Las pelis.

Déjenme que les recuerde que no es el cine una de mis fiebres más intensas. Este hecho provoca que, por ejemplo, no sea, ni mucho menos, un asiduo a las salas (creo que este 2018 he ido tres veces al cine) ni que esté pegado a la actualidad ni a los estrenos por lo que la mayor parte de los títulos que mencionaré y a los que (miren, este año innovaré en ese sentido) otorgaré ciertos premios, no se corresponden con filmes estrenados en este casi finiquitado curso, sino, simplemente, son las películas que he visto este año, que, si mis apuntes no me fallan, han sido un total de 28.

Para niños (o no): el premio es para «Coco» (Lee Unkrich, 2017). Sí, ya sé que es del año pasado pero la vi hace muy poco y me emocionó infinito. Cerca se queda la segunda parte de «Los Increíbles» (Brad Bird, 2018) y he de hacer una mención especial a las sagas de Toy Story y Cars (en ambos casos, sobre todo el segundo, son las películas que más veces he visto este año).

De aquí: «Verónica» (Paco Plaza, 2017). A mi modo de ver, la película de Paco Plaza debería ser YA un clásico, a nivel internacional, del género de terror. Mención especial a «Handia» (Jon Garaño, Aitor Arregi, 2017), quizá arrastrado por mi intensidad con el euskera de este año, gran fiebre idiomática, por razones de fuerza mayor, vale, y porque, a ver: la peli está que te cagas. También me gustaría destacar «Vico Bergman» (Chechu León, Diego Pérez, 2017), porque me flipa tener amigos que hagan cosas tan bellas en esta disciplina (gracias, Diego) Y sí, «Campeones», la de Fesser, está muy bien y tal pero, aunque me gustó, no me ha hecho disfrutar tanto como las otras.

El Pop: varios documentales con la música como protagonista han caído («Glastonbury», «Upside-Down: the story of Creation Records», «The Wigan Casino» y «Pulp: vida, muerte y supermercados», que recuerde) y el que más me ha gustado de ellos ha sido «Upside-down: the story of Creation Records» (Danny O’Connor, 2010), supongo que por reafirmar mi creencia (mi certeza) de que el sello Creation ha sido el mejor de la historia. Cerca se ha quedado, admito, el documental sobre Pulp, que me enfebreció muchísimo.

El GOL: el premio va directamente a «El equipo de mi barrio» (Rafa de los Arcos, 2017), documental dedicado al gran Ciares (pure Northern Football) Se lo lleva porque, en realidad, es la única película de temática futbolera que he visto (igual antes de que acabe el año veo el ¿biopic? sobre Steven Gerrard, aviso) y porque está realmente bien.

Cine Eduso (o sea, relacionadas con «lo social»): el premio se lo lleva la ficción «Custodia compartida» (Xavier Legrand, 2017). Podría optar también al honor de ser la mejor película que he visto este año pero la incluyo en esta categoría por su temática (violencia de género, relaciones paterno-filiales) tan asociada a mi curro, aunque podría ser un título que, sin duda, también encajase en el género terror. Optaron a esta categoría también: el documental «Last men in Aleppo» (Firas Fayyad, 2018) y, obviamente, «Yo, Daniel Blake» (Ken Loach, 2016)

Guerracivilista: me disculpan el nombre de la misma por si alguien se asusta, pero conocida mi fiebre al respecto, de vez en cuando, veo filmes sobre dicha temática. Destaco dos que comparten premio: «Experimento Stuka» (Pepe Andreu, 2018) y el también documental de 1963 «Morir en Madrid» (Frédéric Rossif)

Ida de Olla: el premio ex aequo es para «La Edad de Oro» (Luis de Buñuel, 1930) y «El Sacrificio de un ciervo sagrado» (Yorgos Lanthimos, 2017) Sí me gustaría hacer una mención especial a la película del griego Lanthimos ya que la vi apenas dos horas antes del nacimiento de mi segundo vástago… ¿Casualidad? No lo creo.

El truño del año: sin duda (casualmente, la vi en el hospital, durante la 1ª noche con Telmo y la dejé de ver por vergüenza no porque el recién nacido lo provocase) este dudoso honor va para «Mejor otro día» (Pascal Chaumeil, 2014), la adaptación del libro de Nick Hornby «En picado». Qué cosa más chunga, por favor. No quiero dejar de mencionar en esta categoría lo decepcionante que me pareció «Perfectos desconocidos» (Álex de la Iglesia, 2017)

Otras: para acabar, me gustaría citar cinco filmes que he disfrutado mucho este 2018: «Detroit» (Kathryn Bigelow, 2017), «Wind River» (Taylor Sheridan, 2017), «Fuerza mayor» (Ruben Östlund, 2014), «Los papeles del Pentágono» (Steven Spielberg, 2017) y, sobre todo, «The Florida Project» (Sean Baker, 2017), posiblemente la película que más me ha gustado de este año (junto a las ya mencionadas «Verónica», «Coco» y «Custodia compartida»)

Cosecha 2018

Como el anuncio del turrón: vuelvo por Navidad. Y he estado a punto de no hacerlo, la verdad. O, al menos, mi intención era haber venido con alguna que otra cosilla antes de ir directamente a hacer la célebre y clásica lista tonta habitual en estas fechas repasando lo acontecido en este año que se nos va. Pero, al final, tampoco. Y no me quiero alargar en describir por qué, desde septiembre, no he vuelto a Cienfiebres a escribir nada. Causas muchas, claro, y, curiosamente, no será por falta de asuntos o ideas que finalmente se han quedado en el tintero, en forma de apuntes en libretas. La cuestión es que este blog es un yermo desierto en el que los contenidos son cada vez más exiguos. Soy consciente de que, al final, esa ausencia de escritos contribuyen a que las escasísimas personas que podían visitar este espacio habrán desaparecido. Admito que es contraproducente para este formato una desactualización tan clamorosa pero, bueno, por otra parte, no hay ningún elemento externo que me obligue a mantener este sitio con mayor o menor regularidad; al final, el compromiso es un poco conmigo mismo, por lo que se podrá decir que escribo más para mí y, en este sentido, venir hoy, como cada mes de diciembre desde hace años, a exponer unas listas en clave cienfebrista echando la vista atrás, me sirve como una especie de diario para recordar, en el futuro, qué dio de sí el año en cuestión (en este caso el 18) en cuanto a discos, libros, películas, episodios futboleros o a un nivel, qué sé yo, más personal.

Arrastrado quizá por esa incapacidad o desmotivación para sentarme a escribir más allá de las cuatro líneas que – ahí sí – suelo compartir en otros espacios (léase redes sociales), la Cosecha de 2018 se desarrollará (creo yo) sin grandes análisis y peroratas. Como en años anteriores, por otra parte. Meras menciones de títulos o sensaciones asociadas a cada una de las fiebres que nutren este lugar. Poco más será, creo yo. Bueno, que tampoco me quiero exceder en la introducción. En un rato espero poder tener lista la Cosecha 2018 en lo que a películas hace referencia y, en los próximos días, el resto de fiebres. No quiero acabar este post sin antes esperar que hayáis pasado unas buenas jornadas de nochebuena y navidad, deseándoos una feliz entrada al 2019 y anhelando volver aquí más a menudo. Que quede claro, a pesar de lo expuesto y, sobre todo, a pesar de los hechos (esos tres meses de vacío) que Cienfiebres no se va a cerrar, que a mí me gusta escribir en este (y en otros) sitio y, por tanto, a pesar de que cueste más o menos, por aquí estaremos también, de vez en cuando, en el nuevo año en ciernes.