El pasado miércoles el Barakaldo CF se imponía al Real Avilés por 0-1 con un tanto de Pedro Izurza. Esta victoria en tierras asturianas ha supuesto el pase del conjunto dirigido por Axier Intxaurraga a la tercera ronda de la Copa del Rey, eliminatoria que también se disputará a partido único contra un rival de 2ªB (o el único superviviente de tercera, el Izarra) que saldrá de un sorteo puro que se realizará el próximo lunes 22 de septiembre. Si los gualdinegros consiguen superar ese tercer choque en el torneo del KO, el próximo rival será un equipo de primera división que esté disputando competición europea. Un premio gordo a nivel económico para los clubs humildes.
El dinero es el rey en estas primeras eliminatorias. Los objetivos no son deportivos. La metodología, sí. El fin no es la victoria desde un punto de vista competitivo si no la victoria como fórmula de obtención de unos ingresos extra que alivien las siempre exiguas arcas de los clubs pequeños. Caer derrotado frente al todopoderoso se contempla como un mal menor. El triunfo ya se ha dado en forma de ingente taquilla, derechos televisivos y demás beneficios monetarios. Salvar la temporada económica cayendo derrotado, a priori, frente al grande no es doloroso. Disputar una competición como la Copa del Rey (este año la primera Copa del Rey Felipe VI, por cierto) con el objetivo de que toque un club gigante para pillar pasta.
Nada que no sepamos. Algo lógico, comprensible y, en mi caso, como socio y seguidor acérrimo del Barakaldo CF, deseable. Y, oigan, quién sabe, igual hacemos un alcorconazo o un Real Unión o un Numancia o un Mirandés. Pero es lo de menos. La victoria deportiva pasa a un segundo plano. El dinero es el rey.
Insisto: que sí, que dónde hay que firmar para que el día 22 el bombo nos brinde una eliminatoria contra el Barça, el Madrid o el Athletic. Pero, aún con todo, no deja de chirriarme lo que es el deporte actual o, más concretamente y mejor dicho, el fútbol actual.
Y sí, ya sé que es lo que hay, que siempre ha habido equipos todopoderosos y clubs pequeños a la sombra de los primeros (a modo de paralelismo con las realidades sociales históricas) y sé que todos nos alegramos cuando el pez chico se come al grande o, cuando menos, le da un susto (otra vez me sobreviene el símil político-social pero mejor me callo que no acabo) pero esto se toma como anécdota simpática y extraordinaria. Y que esto está montado, en definitiva, para que uno de esos equipos de 2ªB o 3ª pillen una pequeña porción económica sin más aspiraciones deportivas.
Pero, qué sé yo… Al menos, se podría volver a intentar eso de que los gigantes demuestren que lo son frente a los pequeños desde las primeras de cambio, ¿no? Es decir, que entren en el bombo TODOS los clubs acreedores de disputar la Copa desde el principio… Y que disputen eliminatorias a partido único siendo éste en la cancha del equipo de inferior categoría, ¿no? Que se dé un poco de ventaja, por una vez, al pequeño y no que a los grandes, que ya lo son, se les pongan las facilidades de arrancar en dieciseisavos, a doble partido, etc, etc…
En fin, que me sobreviene otra vez el símil político-social, el reflejo, el paralelismo… Lo más curioso es que, como en política, derechos, igualdad, etc… Estoy seguro que la mayor parte de la gente futbolera opina así pero, ay, el dinero es el rey y los que venden son los peces gordos y, al final, los pequeños se conforman con pillar la pedrea de que te toque uno de ellos tras pasar tres rondas y asumir que vas a perder pero con una taquilla espectacular, etc, etc.