Hoy en el número 6 de Cienfiebres Musicales, versión radiofónica de las Listas Tontas de cienfiebres.com, concretamente de las dos últimas (Mis 10 del 21, nacional e internacional), instigadas por el bueno de Luisbe Despachopop.
Junto a ello, un repaso a mis discos y canciones favoritas de lo que llevamos de 2020.
Un programa, en definitiva, sencillo y desengrasante para afrontar los rigores de un verano pandémico y para homenajear a «Alta Fidelidad», el libro de Hornby de cuya edición se cumplen 25 años, y la peli de Frears, de cuyo estreno se cumplen dos décadas.
Suenan:
Nacho Vegas
La Costa Brava
Delorean
Triángulo de Amor Bizarro (x 2)
Arcade Fire
Michael Kiwanuka
Vetiver
Futuro Terror
Los Estanques
The Masqueraders
Colorama
El Goodo
The Divine Comedy
Charades
Me levanté tarareando, vaya usted a saber por qué, «Fuente de amor» de Los Fresones Rebeldes. Sé que esa canción la tengo en algún Stereoparty pero me dio pereza buscarlo. Como alternativa, acudí a mi discoteca más accesible y elegí el primer LP de Charades. Amo a Charades.
Me encantó ver cómo Nicolás sabe a dónde hay que dirigirse cuando su padre coge un disco. Se fue directo al equipo. Esta muestra de evolución cognitiva se repite en otros comportamientos, en otros hábitos. El niño aprende y crece maravillosamente bien. Qué felicidad.
Y nada más. Esta fue mi banda sonora de hoy, jueves 5 de marzo de 2015.
Hasta el día 11 sin banda sonora o, dicho de otra manera, sin escuchar disco alguno, canción alguna. Una rutina demasiado intensa basada en la asistencia al hospital para acompañar al padre, cuidar de Nicolás y otros quehaceres para los que no me he esforzado – porque, realmente, si hubiera querido, supongo que habría sacado el hueco para ponerme unos auriculares – en escuchar música. Sí me levanté el martes 10 con un tema en la cabeza («Good nough» de Dodgy) pero no me llegué a poner el disco correspondiente y me conformé con anotarlo en mi libreta para que ahora aparezca reseñado aquí.
Ayer dieron el alta a mi padre. Bueno, más bien le han mandado a casa a seguir recibiendo la misma atención que recibe en el centro hospitalario pero en el domicilio. Qué duda cabe que está mejor ahí. Una novedad que nos vuelve a acercar a todos a la rutina. Una novedad rutinaria. Curioso. Había que ponerse un disco para celebrarlo. Un disco para retomar la rutina de mi banda sonora. «Revolución solar» de Charades. No preguntéis por qué ya que de revolucionario había poco.
Esta fue la banda sonora de mi 11 de febrero de 2015.
Zafarrancho de combate doméstico. Limpieza general. Ana, Nico y yo. Y el «Sunbathing animal» de Parquet Courts de fondo. Mola. Luego cogí el coche para ir a ver a mi padre. El «Lonerism» de Tame Impala para la ida y para la vuelta. Espanto, de nuevo, en Spotify para ir a currar. Y el resto de la jornada escuchando playlists de la mencionada plataforma o, más bien, actualizando sin parar una en la que pretendo recoger toda la discoteca de mi casa. Ya os la compartiré.
Y esta ha sido la banda sonora de mi 12 de febrero de 2015.