Egorecopilatorio Febril. Octubre 2014. El del Ébola.

Mi amigo Jorge-EducaBlog está en la cama con fiebre. Le he hecho la broma: Ébola, ¿no?

Está siendo un mes intenso educacionsocialmente hablando. Hicimos un acto en la Universidad de Deusto que nos salió fetén y en el que yo hice de maestro de ceremonias. Yo y mis movidas egocéntricas (¿veis? El Yo delante) Más allá del atrezzo y mi desenvoltura sobre las tablas, fue un acto en el que las reflexiones extraídas y las voces escuchadas hacen que la barra de ilusión por este curro se vuelva a llenar. Supongo, sinceramente, que ese es uno de los objetivos por los que dedico tiempo a EducaBlog. Tiempo que hemos empleado, entre otras cosas, a hacer el vídeo de arriba.

Un visionario. Puse en mi muro de Facebook esta canción de Manta Ray antes de que la enfermedad llegase a España.

No me ha dado tiempo a hacer una entrada más revelando mis últimas fiebres musicales. Una pena. O no. No sé. El caso es que las ha habido. Sobre todo una. Me he enganchado mogollón a unos chavales yankees que suenan al año 66 pero son de hoy en día. Se llaman Allah-las y su último disco es bestial. Me los recomendó monsieur Le Petros cuando me llamó para ofrecerme su hospitalidad para el Ebrovision. Me acabó de convencer sobre ellos Eddy Maracas (Edu, el de los TwoBaskos, los tipos que nos han hecho el docu de arriba). Y sí. Suena muy auténtico. Yo lo recomiendo encarecidamente. Si no hay contratiempos, les veré el día 26 en Bilbao. Y no sé, si queréis algo más seguidme en Spotify.

El perro se llamaba Excalibur

Y se convirtió en un símbolo. Simbólica es la posición en lo más alto de la tabla que ocupa el Baraka cuando escribo ésto. Es líder, sí, pero, ojo, con dos derrotas consecutivas en las dos últimas jornadas. Mañana la Copa. Si ganamos, bacalao. Pero, en plan agorer, recordemos: somos el Baraka, es decir, lo más probable es que palmemos y si no lo hacemos, nos tocará el Villareal. Sí, es un mecanismo de defensa, cuántas veces lo tengo que decir.

«Todos somos Teresa»

En realidad todos somos o hemos sido alguna vez Reginald Perrin. O sea, unos cobardes con vidas anodinas que fantaseamos con cambiarla pero nos da miedo hacerlo. Al bueno de Perrin le da un arrebato de valentía y finge su propia muerte para, al final, desear volver a su gris existencia. Y vuelve. Con cambios pero vuelve. ‘Caída y auge de Reginald Perrin’ de David Nobbs es fantástica. Ya le dediqué una nota en este cuaderno pero se merece más. Alguna que se titule algo así como La Tristeza también puede ser Divertida. No sé. O sí. Sé que, junto a ‘La Conjura de los Necios’, es de esos libros con los que te ríes pero te quedas como con mal cuerpo.

«Dejen trabajar a los expertos»

Ya están trabajando. Los expertos en crear grupos de wathsapp y buscar excusas para tomar cafés y, en horarios vespertinos, cervezas. Ya avanza la cosa. Poco a poco pero ahí va. Hablo de Imarginario. Y, aunque aún es pronto, no tiene apenas contenido y faltan muchas cosas en él, no puedo librarme de la tentación de compartir aquí el enlace al mismo (bueno y porque, al fin y al cabo este cuaderno de notas no lo conoce ni lo visita nadie)

#ébola

Y no sé… Que me he comprado unos chicles de fresa de Trident que me han recordado a mi primer amor. Y que he conocido a un guardabosques. Y que he escuchado a una señora decir: «no te sientes al lado del negro ése no vaya a tener el ébola». Comentarios catetos derivados de una surrealista gestión que, a su vez, ha venido muy bien para que no se hable (y no se queme) todo lo que se debiera de ese retrato que nos ha dejado lo de las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid, esto es: a empresarios, sindicatos, políticos de izquierda y derecha, miembros de la casa real, ejecutivos, etcétera, gastándose dinerales no declarados de una entidad rescatada con dinero público… Y en fin, que sigo escuchando paredes que, a veces, ilustran muy bien la realidad circundante (veáse ésta y ésta)

Buenas tardes.