Como el anuncio del turrón: vuelvo por Navidad. Y he estado a punto de no hacerlo, la verdad. O, al menos, mi intención era haber venido con alguna que otra cosilla antes de ir directamente a hacer la célebre y clásica lista tonta habitual en estas fechas repasando lo acontecido en este año que se nos va. Pero, al final, tampoco. Y no me quiero alargar en describir por qué, desde septiembre, no he vuelto a Cienfiebres a escribir nada. Causas muchas, claro, y, curiosamente, no será por falta de asuntos o ideas que finalmente se han quedado en el tintero, en forma de apuntes en libretas. La cuestión es que este blog es un yermo desierto en el que los contenidos son cada vez más exiguos. Soy consciente de que, al final, esa ausencia de escritos contribuyen a que las escasísimas personas que podían visitar este espacio habrán desaparecido. Admito que es contraproducente para este formato una desactualización tan clamorosa pero, bueno, por otra parte, no hay ningún elemento externo que me obligue a mantener este sitio con mayor o menor regularidad; al final, el compromiso es un poco conmigo mismo, por lo que se podrá decir que escribo más para mí y, en este sentido, venir hoy, como cada mes de diciembre desde hace años, a exponer unas listas en clave cienfebrista echando la vista atrás, me sirve como una especie de diario para recordar, en el futuro, qué dio de sí el año en cuestión (en este caso el 18) en cuanto a discos, libros, películas, episodios futboleros o a un nivel, qué sé yo, más personal.
Arrastrado quizá por esa incapacidad o desmotivación para sentarme a escribir más allá de las cuatro líneas que – ahí sí – suelo compartir en otros espacios (léase redes sociales), la Cosecha de 2018 se desarrollará (creo yo) sin grandes análisis y peroratas. Como en años anteriores, por otra parte. Meras menciones de títulos o sensaciones asociadas a cada una de las fiebres que nutren este lugar. Poco más será, creo yo. Bueno, que tampoco me quiero exceder en la introducción. En un rato espero poder tener lista la Cosecha 2018 en lo que a películas hace referencia y, en los próximos días, el resto de fiebres. No quiero acabar este post sin antes esperar que hayáis pasado unas buenas jornadas de nochebuena y navidad, deseándoos una feliz entrada al 2019 y anhelando volver aquí más a menudo. Que quede claro, a pesar de lo expuesto y, sobre todo, a pesar de los hechos (esos tres meses de vacío) que Cienfiebres no se va a cerrar, que a mí me gusta escribir en este (y en otros) sitio y, por tanto, a pesar de que cueste más o menos, por aquí estaremos también, de vez en cuando, en el nuevo año en ciernes.