Cincuenta días después (si no me fallan las cuentas) de que se decretase el estado de alarma que nos tiene confinados y a las puertas de que se flexibilicen las condiciones de la reclusión, me parece un buen momento para desengrasar un poco el contenido de las cosas que voy escribiendo bajo la etiqueta La Fiebre. Así, no se me ocurre mejor manera de hacerlo que compartiendo la que, de alguna forma, ha sido y está siendo la banda sonora de mi confinamiento. Y lo voy a hacer así: comentando los discos que he ido publicando en mi cuenta de instagram bajo el epígrafe «Discos para el confinamiento». Esto no quiere decir que sea lo único que he escuchado en estos 50 días. Tanto tiempo en casa me ha servido para reescuchar álbumes que tenía olvidados, para oír programas y podcasts musicales y algunas novedades en spotify. En cualquier caso, lo que está claro es que a mayor tiempo en casa, más momentos para disfrutar de la música y, por tanto, de cara a poner un límite a esta bobada de hoy, pues sirvan esos discos para el confinamiento.
Empezamos por «Bestieza» de Los Enemigos, último disco que me compré antes de que se cerrasen todos los comercios. Lo hice en Long Play, la tienda de de discos de Barakaldo, y lo hice a sabiendas de lo que iba a comprar ya que ya lo había disfrutado antes en streaming. Para mí el mejor disco que he escuchado de los madrileños y con muchos boletos de convertirse en uno de los títulos favoritos cuando recapitulemos la Cosecha 2020.
Precisamente, pensando en esa lista de diciembre, también apunto la penúltima adquisición AdP (antes de la pandemia). En este caso «Gran pantalla» de Biznaga. Interesantísima apuesta pseudo-conceptual sobre nuestra relación con las pantallas, las redes y demás artilugios a los que nos agarramos en estas semanas de reclusión para conectar con el exterior.
Stereolab, claro, como banda top de la vida (de mi vida) me ha acompañado en varios momentos durante estos 50 días de encierro, al igual que los Belle & Sebastian. Poca novedad aquí para los que me conocéis un poco. Y el jazz (Coltrane, Morgan, Jimmy Smith…)… el jazz también ha sido parte de mi banda sonora confinada, acompañándome durante el teletrabajo.
Ha sonado el «The noise made by people» de Broadcast con la excusa de que el 20 de marzo este disco cumplió 20 años. Por la misma razón han sonado otros como, por ejemplo, el «Carrie & Lowell» de Sufjan Stevens, que hizo un lustro el 31 de marzo o «The Rumproller» de Lee Morgan que cumplió 55 años el pasado 21 de abril.
Ha habido momentos en este tiempo que me han empujado a escuchar determinadas cosas. Por ejemplo, el fallecimiento del cantautor donostiarra Rafa Berrio me llevó a adentrarme en su obra vía Spotify y, de ahí, me dio por ponerme unos cuantos discos de Nacho Vegas (vaya subidón, ¿eh?). Estas dos fiebres me llevaron a fijarme de otro modo en las letras, buscando en ellas fragmentos que, de alguna manera, encajasen con esta situación de ciencia ficción que vivimos. Esta especie de búsqueda de relatos pandémicos me llevó a Los Planetas o a Josele Santiago o a Parade e incluso a los Beatles, aunque aquí, admito, más empujado (y yo encantado) por Nicolás (el adoctrinamiento se intensifica en tiempos de encierro, amigos)
A pesar de todo y en momentos en los que me he podido ver con la moral un poco más baja o más desanimado, no sé, he buscado vitaminarme con pildorazos pop onda La Granja o Jet Lag, por ejemplo, o he buscado la belleza y la elegancia en los Style Council o en el «Cannonball’s Bossanova» de Cannonball Adderley o incluso he apostado (¡yo!) por el baile (habida cuenta de que no hago nada de deporte intramuros, ni tan mal) con un magnífico recopilatorio de boogaloo que hacía muchísimo que no pinchaba.
También me han/habéis influido en mi banda sonora toda la gente que me acompañáis en las redes. No sé, por ejemplo, recuerdo haberme puesto a Juan y Junior tras una preciosa versión que hizo Alex Cooper del tema «Tres días» en su Facebook; o ponerme el recopilatorio de Nuggets influenciado por la «cuarentena de principales» del Zurdo o ponerme el directo de Zoot Money’s Big Roll Band tras contestar a una encuesta del Gallego al respecto de discos en vivo. Los mensajes de Jon durante su proceso vírico con el puto Covid-19 me empujó a ponerme el «Fue eléctrico» de La Habitación Roja (de eso ya os hablé en el #3 de Cienfiebres Blogcast) Etcétera.
También ha habido fiebres musicales estos días sin que tenga que haber (al menos conscientemente) una raíz o explicación; yo qué sé, durante varios días machaqué el «Who’s next» de los Who y desde el miércoles hasta hoy estoy exprimiendo casi exclusivamente el «The Wisermiserdemelza» de los Prisoners sin saber muy bien por qué pero yo encantado.
En fin, que como solía escribir al final de cada post de «Mi banda sonora» cuando los publicaba con más asiduidad, ésta ha sido Mi Banda Sonora de estos 50 días de confinamiento a causa de una pandemia.