Enero de 2015. Ha sido el primer enero sin mi madre. En enero ha sido el primer cumpleaños de Nicolás. En enero me he propuesto tratar de mantener en este blog una especie de diario musical: Mi Banda Sonora. Propuesta egocéntrica que no interesará a demasiada gente y que consiste, como habréis podido comprobar, en relatar la música que he escuchado cada jornada. Perfectamente elegido el verbo, por cierto: mantener. De momento, Mi Banda Sonora ha aguantado enero. Veremos que pasa a partir de mañana.
En enero también he empezado a rescatar algunos de los artículos que escribí durante algunos años en el blog de la editorial Narradores. En enero no he escrito ficción. Lo digo como si fuese fácil o como si hubiese sido una tónica habitual en meses precedentes. En enero me ha pegado la fiebre Taniguchi pero aún no os he hablado de ella. Pronto tendréis noticias. Sí os hablé ayer de Martín Caparrós, que me causa fiebre aunque igual es efímera. Veremos.
En enero el propósito de ver más cine ha empezado flojo: la saga ‘Millenium’ (una trilogía más propia de telefilmes de sobremesa de fin de semana absolutamente olvidable) y el inaudito, perturbador y brutal documental ‘The Act of Killing’. En enero he escuchado a un montón de paredes.
En enero el Baraka ha seguido ofreciendo dudas. Ha seguido haciendo la goma con los puestos de promoción de ascenso pero sin convencer a través de su juego. En enero, sin embargo, el Liverpool ha mejorado. Los de Brendan Rodgers, poco a poco, tiran para arriba. En enero me he inventado un nuevo juguete digital para no aburrirme que me tiene bien enfebrecido: Northern Football.
En enero, además de mi banda sonora, ha habido dos discos que han subido mi temperatura: «Monk’s dream» de Thelonious Monk Quartet y “Did you give the world some love today, baby” de Doris. Dos discos que me compraré en febrero. Ni un concierto en directo. Unas cuantas compras ya ha habido en enero. Alguna camiseta también. Y ya.
En enero hemos empezado la promo del nuevo libro de EducaBlog. En enero me ha entrado la fiebre por George Orwell y me ha dado por leer sobre su figura y por proponerme a revisar sus escritos. En enero fue lo de #JesuisCharlie. Y hubiera molado que también hubiésemos sido otras cosas. En enero un partido anti-troika, anti-austeridad y de izquierda ¿radical?, Syriza, ha ganado las elecciones griegas y todo el mundo se ha (nos hemos) puesto a hablar de esperanza por su triunfo o de miedo por su victoria. Tú eliges.
En enero he disfrutado leyendo un artículo, ‘Sobrevivir al ictus’, que, por otra parte, enerva mi lado hipocondríaco. Quién me mandaría. El perfil del deportado en Twitter. Cómo molan este tipo de proyectos o estas formas de promoción.
En enero descubrimos al perro que se parecía a John Travolta (ver imagen). No tiene nada que ver pero también leí un reportaje sobre Jesse Owens que me moló mucho.
La monja Sor María da para…
Este enero se ha conmemorado el 150 aniversario del nacimiento de Sabino Arana. Cuántas loas a su figura. Qué poca crítica. En enero son las fiestas de San Vicente. Y, como siempre, las fiestas de los barrios le dan mil vueltas a las fiestas de Barakaldo. Es así.
En enero me lo pasé muy bien con la FA Cup aunque, al mismo tiempo, me produjo cierta envidia.
Ana Botella me enfada. Ya ves.
En enero, Luis Bárcenas.
En enero, Ayudas + Justas también llegó a Barakaldo.
En enero me siguen llamando Raulillo.
Venga, ya. Pasadlo bien.