No sé dónde ni cómo vi la portada del disco «Monk’s dream» de The Thelonious Monk Quartet pero dicha visión me llevó a escucharlo esta mañana.
Más tarde me enteré de lo del fallecimiento de Demis Roussos. Un artista del que es muy probable que haya escuchado alguna canción suya pero no de forma intencionada. El caso es que algunas amistades se han deshecho en elogios, desde que ha salido a la luz el deceso del griego, hacia su primer grupo, Aphrodites Child y yo, que no lo había escuchado nunca, pues me he puesto en Spotify a ello. He elegido su disco «666», el cual me ha parecido un poco tostón recordándome mucho a unos casi siempre admirados Sly & The Family Stone a los que yo tampoco acabo de ver la gracia. En definitiva, que a mí la pseudo mezcla esta de funky-progresivo, como que no.
Esta ha sido la banda sonora de mi 26 de enero de 2015.